viernes, 14 de diciembre de 2007

De bares con falsos amigos

Un falso amigo es un traidor que te puede delatar en el momento menos esperado. En este caso, la noticia trata sobre un deportista afincado en Barcelona, y al redactor le ha traicionado su conocimiento del catalán.
Para opiniones, ya que yo las evito, una entrevista aparecida al poco en un diario de tirada nacional.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Alrededor del diccionario

Hoy traigo un artículo que me ha hecho mirar con detenimiento el diccionario, y en el que me parece que la RAE podría hacer un mejor trabajo. El artículo se publicó en El País del pasado 7 de diciembre y, en su último párrafo, decía que
Me llama la atención el verbo perifonear. Podemos intuir que ha de ser una palabra correcta, puesto que conocemos las dos partes principales que la componen: el prefijo peri- y el sufijo -fono. Se adivina algo relacionado con hacer sonido alrededor de alguien (el tal Elorriaga). Buscamos en el diccionario para cerciorarnos y existe, es cierto, pero la RAE dice que se deriva de perífono. Pero un perífono lo define como un "Aparato que sirve para perifonear". ¿No estamos definiendo un concepto haciendo uso del mismo concepto definido? La RAE podría haberlo hecho mejor, en mi opinión.

sábado, 1 de diciembre de 2007

Una de "cocretas"

Todos conocemos alguna palabra que, si bien no está en el diccionario, es más o menos ampliamente utilizada. La que más rápidamente me viene a la cabeza es cocreta, usada en vez de croqueta, o almóndiga, u otra. O la que el otro día utilizó un hombre que llamó a uno de esos programas de la radio para contar sus desventuras: el hombre se hocicaba con alguna situación que ahora ni recuerdo ni viene al caso.

Sin embargo, aquí hablamos de errores cometidos por profesionales de la palabra, gente con una preparación y a la que pagan por escribir correctamente. En el último párrafo del artículo "CHICOS CON ‘EYELINER’" (lo siento, no tengo más enlace que el PDF) que apareció el pasado 23 de noviembre en el suplemente EP3 de El País, el articulista acaba por preguntarse

¿En qué estaría pensando la redactora? ¿Sería que cuando canta en la ducha chilla tanto que llegan a salirle gallos? ¿O sería otra palabra la que estaba buscando?

viernes, 23 de noviembre de 2007

Inventando palabras

A veces, el idioma necesita una renovación, generalmente porque aparecen conceptos nuevos a los que hay que dar nombre, y eso nos lleva a inventar o, en mayor medida, a reciclar palabras. Pero no tiene mucho sentido inventar palabras para, simplemente, pretender dar mayor profundidad a nuestro vocabulario. Y menos aun cuando una palabra cuenta ya con un buen número de sinónimos. Pues bien, esto es lo que ha aparecido en la edición de Madrid del diario El País el día de ayer.


¿O será que las licencias se procesaban con enfado y yo no he entendido nada?


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jueves, 22 de noviembre de 2007

Lección de geografía

El sábado pasado, la portada del suplemento Tierra (PDF) del diario El País, que se dedica a cuestiones ecológicas y medioambientales, anunciaba un reportaje fotográfico que aparecía en sus páginas centrales con un titular que contiene un concepto equivocado.No hay que ser astrónomo o geógrafo para saber que boreal es algo muy similar (por no decir igual) a septentrional o norteño, y que sus antónimos son austral, meridional y sureño, respectivamente. El hecho es que el redactor primero insiste en su error: "Las auroras boreales se producen en una zona ovalada que rodea los polos" aunque más adelante acaba por reconocer que "El fenómeno también es visible en el hemisferio sur: son las auroras australes."
Bien, para que queda claro: las auroras polares tienen lugar cerca de los polos; en el Polo Norte se dicen auroras boreales y en el Sur se llaman australes. Las auroras boreales, por mera imposibilidad física, no pueden tener lugar en el hemisferio Sur de la Tierra, no.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Sobre la cópula en la lengua

Ya había olvidado lo que sabía sobre las oraciones copulativas y sus reglas cuando me he encontrado la frase que ahora analizo en el número del pasado 14 de noviembre del suplemento Campus, que edita el diario El Mundo todos los miércoles.
Las oraciones copulativas sirven, en esencia, para presentar dos proposiciones equivalentes o identificables: Mi padre es bombero. Gramaticalmente, los elementos de la oración son: un sujeto, un verbo copulativo (normalmente la lista de posibilidades se reduce a ser, estar y parecer) y un atributo. En el ejemplo anterior se ve por qué se dice atributo: al fin y al cabo, bombero es un atributo de mi padre (como podría serlo moreno, fuerte, inteligente, o, por que no todo sean piropos, viejo o calvo). Ya no más, papá.

Bien, de acuerdo, pero ¿por qué me he fijado en esta frase?, ¿qué me ha llamado la atención? Tomemos una que se parece: Mi padre y mi tío son hombres. En este caso, tanto en sujeto como el atributo aparecen en plural, mientras que en la frase del periódico, el sujeto aparece en plural, pero el atributo está escrito en singular. ¿Se trata de un error? Trataremos de resolver esta cuestión.

En primer lugar, una consideración sobre lo que define a una oración copulativa y sobre lo que las diferencia de las predicativas. Es cierto que hay quien hace equivaler la aparición de los verbos ser, estar o parecer con el concepto de oración copulativa lo cual, a mi juicio, es incorrecto. Podríamos, por reducción al absurdo, deducir que las oraciones en forma pasiva, que se construyen con el verbo ser, resulta que son, además copulativas. La aparición de estos verbos es una cuestión formal, pero no es la forma la que define el concepto. Claro, que la discusión puede llevarnos a si el hombre (como raza) lo es por su aspecto antropomorfo o por su alma, su conciencia de sí, si una característica, por prominente que sea, define un ente. ¿Demasiada filosofía? Tentador, pero no seguiremos por este camino.

Entonces, tenemos un sujeto, el verbo ser, y algo que hacemos equivaler a ese sujeto. En nuestro caso, el sujeto es "Preparar el material para las inmersiones y estudiar las labores de campo", el verbo viene negado "no son", y el atributo resulta ser "empresa fácil" (ya nos gustaría que fuese fácil, o no, porque entonces no escribiríamos todo esto). Si asumimos que no tiene por qué existir concordancia en número entre el sujeto y el atributo, como en la frase, a todas luces correcta (¿o será que me he acostumbrado a ella?), "El problema son los hijos", no queda claro si, en caso de existir discordancia, es el elemento plural el que define el número del verbo o si, de hecho, la concordancia en número ha de darse entre el sujeto y el verbo copulativo. No obstante, cualquiera de las dos reglas de concordancia (elemento plural o sujeto) son aplicables en nuestra frase ya que, el sujeto es plural: el verbo copulativo ha de aparecer en plural sin necesidad de que el atributo lo haga.
Recomendaré, por último, un artículo bastante académico que nos clarifica varios conceptos sobre este tipo de oraciones.

PS: Veo que el texto ha quedado más oscuro de lo que hubiera deseado. Si sirve de disculpa, declaro que lo he redactado en tres o cuatro sesiones de ratos libres que he ido encontrando, y he cambiado el enfoque a medida que escribía y asimilaba lo (re)aprendido. Si realmente es así, miraré por reescribirlo en el futuro.


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lunes, 19 de noviembre de 2007

El enemigo está cerca

En este diario aparecen pocas reseñas a partir de textos del diario El Mundo, lo cual se debe solamente a que cae en pocas ocasiones en mis manos. Solamente puede ser por esta razón, porque es cierto que, cuando aparece, viene a hacerlo con ejemplos sonados, y como ejemplo, ninguno mejor que el que dio origen a este espacio. Debo agradecer, pues, a uno de mis lectores el señalamiento de la cuestión que hoy nos ocupa.
Uno no acierta a comprender cómo se ha colado un error como este en un artículo de dos páginas firmado por el propio director del diario El Mundo, y es que uno espera que alguien que llega tan lejos en una profesión ha de dominar los recursos de la misma, y en ésta es el idioma el más básico de todos. Podría ser que el consabido corrector lo hubiera leído y, dada la personalidad del firmante, no se hubiese atrevido a formular la debida corrección, que en algún otro caso hemos sospechado esto mismo. Podría ser un simple despiste, no por ello menos disculpable. Podría ser... pero resulta que no ha habido nadie alrededor del señor director que le avisase de su desliz.
El hecho es que el error aparece en el primer párrafo del larguísimo artículo, y que se repite ya avanzado el texto. Solamente puedo enlazar a la portada de la sección de opinión del día de la publicación (18 de noviembre), ya que para avanzar más allá se necesita ser suscriptor, de modo que hay quien puede quedarse sin ver la noticia. Es curioso que, ya que el fallo estaba en el primer párrafo, hasta en esta portada se puede ya observar el error cometido. No obstante, he encontrado que alguien la ha dilapidado completa, por si interesa su lectura.


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miércoles, 14 de noviembre de 2007

Publicidad de los medios

Si a un medio se le ha de exigir de ser cuidadoso con la calidad (lingüística, en lo que aquí nos ocupa) de todo lo que publica, el propio medio no puede ser menos exigente con la publicidad que hace de si mismo. ¿Cómo se puede pretender captar nuevos clientes, o lectores, si la publicidad no da una buena imagen del medio que publicita?

Por suerte, en este caso, la publicidad iba dirigida a suscriptores, los cuales pueden considerarse ya como clientes, como lectores, que no han de ser captados. Pero, aun así, ¿qué habrá pensado el responsable de la publicidad al ver cómo en un cuaderno, tras llenarse la boca de conceptos grandilocuentes como liderazgo, o calidad, la última página comete el desaguisado que al final resulta? ¿Y qué habrá pensado su jefe? Al menos, asumimos que se han dado cuenta, aunque sea después de haberlo publicado.


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Cosas de pijos

Hoy hay poca lengua y muchas curiosidades, de ésas que se publican en los blogs personales y que no interesan más que al que lo escribe y a tres amigos muy allegados, como mucho. Me explico.
He llegado a un artículo publicado en el diario AS titulado "Reina, Marcial, Landáburu..., los del Barça triunfaron aquí" porque recuerdo un chaval que, en los años 80, era un absoluto admirador del tal Landáburu que se menciona. He rebuscado y encontrado una semblanza del personaje, quizás un poco centrada en sus primeros años como profesional, se entenderá por qué si se ve dónde está publicada.
Por supuesto, no mencionaría el artículo si no hubiese un error que mereciera amonestación. Se encuentra en el principio del segundo (y último) párrafo, y es el que me lleva al título. La fórmula "o sea" se ha acabado asociando al hablar del pijo, como con mucho humor nos cuentan en Frikipedia.
Solamente hubiese faltado que alguno de los futbolistas mencionados fuese un pijo redomado para redondear el comentario, pero, qué pena, no me consta.


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martes, 13 de noviembre de 2007

Concordancia y pasiva refleja

Un poco abstruso, a priori, el asunto de la pasiva refleja. El artículo que nos da pie a esta reflexión ha aparecido publicado en la página 8 del suplemento dedicado a la traducción de una selección de artículos del New York Times que apareció junto a la edición del pasado 8 de noviembre de El País. El artículo original data del pasado 16 de octubre.

La confusión (y, por tanto, la forma de discernir) entre una oración de pasiva refleja y una impersonal se halla ampliamente documentada, y es una de esas cuestiones que suelen resultar difíciles al estudiar el idioma español.
Por resumir la situación en este caso, nos encontramos con una acción (se comunicó), un receptor de la acción (a cada donante) y una especificación de la acción, un complemento (datos veraces y cotilleos). La frase siguiente puede servir de ayuda para discernir la construcción correcta de la que nos ocupa, y contiene, igualmente, una acción (se facilitó), un receptor (le, que viene a sustituir al anterior cada donante) y un complemento (un historial).

En muy resumidas palabras, la norma dice que en las oraciones pasivas reflejas el sujeto, que se dice paciente, ha de concordar en número con el verbo (nada nuevo, el sujeto siempre concuerda con el verbo en castellano). También, que en las frases impersonales, en las que esta concordancia no puede darse simplemente porque carecen de sujeto, un complemento de persona (en general, animado), irá precedido por la preposición a, y que este tipo de complemento está prohibido en las pasivas reflejas.

¿Tienen ambas frases, como se ha dicho, realmente la misma estructura? ¿Es la primera una frase impersonal, puesto que contiene un complemento de persona precedido por a, lo cual está prohibido en las pasivas reflejas? ¿O acaso la segunda es una pasiva refleja en la que el sujeto paciente, por aparecer en singular, obliga a que el verbo esté en singular? Pero, si tienen la misma estructura, ¿no será entonces la primera frase también pasiva refleja, y su sujeto paciente son los datos veraces y los cotilleos? Y, entonces, ¿no debería el verbo concordar con él, e ir en plural?

El problema de la concordancia no existe en el segundo caso porque, en caso de ser pasiva refleja, al aparecer su sujeto paciente en singular, el verbo es correcto en singular. Y por la misma razón, tampoco aporta mucha luz sobre la primera... parece un callejón sin salida. La clave para desenmarañar esta madeja está en que, si bien justo detrás del verbo aparece un complemento de persona comenzado por a, no es éste el sujeto de la acción, sino los datos y cotilleos que aparecen un poco más allá. Y si aceptamos esto como correcto, es claro que el verbo ha de ir en plural.

En resumen, mi opinión es que lo correcto sería decir que se comunicaron a cada donante datos y cotilleos. En cualquier caso, citaré unas pocas referencias para cualquiera que pueda tener interés en indagar sobre este asunto:
  • En el ya citado Cajetín de las Letras tenemos un artículo bastante explicativo.
  • En el sitio educativo Kalipedia, que se orienta a estudiantes de secundaria, nos dan una visión muy general.
  • El Diccionario Panhispánico de Dudas nos ilustra sobre las frases que pueden comenzar por se.
  • Por último, un artículo que, dado donde está alojado (Austria), entiendo que está orientado a estudiantes de español como lengua extranjera, los cuales suelen tener una visión poco prejuiciosa de los trucos que permiten aprender un idioma. Aunque en este asunto, la visión no es para nada radical.
Me he vuelto a enrollar en exceso.

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De traducciones

Me ha llamado la atención una discordancia de género aparecida en el, por lo general, muy interesante suplemento que publica cada jueves el diario El País con noticias seleccionadas de The New York Times, traducidas al castellano. Normalmente, las traducciones son muy competentes, sin embargo, en la página 9 del número del pasado 8 de noviembre (solamente se puede consultar este suplemento en PDF si uno se ha dado de alta antes) se observa un flagrante error de concordancia.
Yo hubiese jurado que alguien llamado Sarah Boyer tendría que ser mujer (para los curiosos, éste lleva siendo uno de los nombres más populares en la ciudad de Nueva York en los últimos años, especialmente entre las familias de raza blanca, según las estadísticas oficiales), pero no queda más que comprobarlo, por ejemplo, en su lugar actual de trabajo, o incluso en el anterior. A la vista de las fotografías, no me queda mucha duda, Boyer es mujer. Si alguien tiene curiosidad por revisar la labor del traductor (aparte de este detalle, bastante buena, a mi juicio), nada como tener a mano el artículo original, que se publicó en agosto pasado.
Se deduce que no es la intención de este suplemento que todos sus artículos sean de actualidad.

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miércoles, 7 de noviembre de 2007

Sin chascarrillos, por favor

La noticia es seria, así que huiremos del chiste facilón a cuenta de los subrayados.
En cualquier caso, señalemos que, dado que penetración es un sustantivo femenino, no queda más remedio que sea esperada. Por mucho que el fármaco hubiese sido esperado por muchos potenciales usuarios.

martes, 6 de noviembre de 2007

Más vale tarde que nunca

Reconozcamos a El País el mérito de haberse dado cuenta del desliz cometido en su edición impresa de ayer, 5 de noviembre, en el último párrafo del artículo titulado "Pánico escénico", que hoy ya ha sido modificado en la versión en línea. Como nos aclara el Diccionario panhispánico de dudas, no se trata de una incorrección lingüística, sino solamente de un uso desaconsejado.


lunes, 5 de noviembre de 2007

Silencio, por favor

El otro día subí un comentario sobre esta misma barbaridad que aparecía en la transcripción de una declaración publicada en un artículo de El País. Se ha borrado, no sé por qué y, como tanto hoy como ayer, no merece muchos comentarios, dejo de hablar sobre ello.

Más de gentilicios

A veces, más que puntilloso puedo resultar un tanto redicho, lo sé. Igual, a mi entender, que algunas (¿muchas?) personas con todo aquello que tiene que ver con su pueblo. Así, en El País nos hablaban el pasado día 1 de noviembre sobre "El día en que el Prado abrió la puerta de Velázquez", para señalar que una de las personas que esperaban para visitar el museo en su primer día de puertas abiertas de los cuatro que ha habido recientemente, era natural de Jaén.

Uno hubiera dicho que los naturales de esta ciudad (y, por extensión, de la provincia) española, que hay otras (ciudad y provincia) en el Perú, se dicen jiennenses, y que la forma usada por el redactor resultaba ser incorrecta. Pero resulta que no, y que es posible llamar de muchas maneras a los naturales de esta tierra. Así, son tan válidas la mencionada jiennense como la usada en el artículo jienense, además, la primera de ellas puede escribirse también con g: giennense; sin embargo, la variante con g de la segunda, que viene citada en Wikipedia, no está recogida en el DRAE. Tiendo a creer que los redactores del artículo sobre Jaén en Wikipedia han pecado de permisivos en este caso, y no que el diccionario esté escaso de referencias, ya que el resto si aparecen.
Y más, porque el diccionario dice que jiennense (o jienense, o giennense) no es más que jaenés, así que tenemos otro modo de aludir a los de Jaén. Y la definición de jaenés es, acepción por acepción y palabra por palabra, la misma que la de jaenero. Otra.
Por último, para los amigos de historicismos, se puede decir aurgitano a un natural de la ciudad de Aurgi, hoy conocida como Jaén. Una curiosidad, sin ánimo publicitario: ¿algo que ver con las tiendas de repuestos para automóviles? Pues parece que sí.

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martes, 30 de octubre de 2007

¿Una licencia literaria?

Quisiera pensar bien y que el articulista se tomó una licencia literaria (es novelista afamado, ciertamente) y que el corrector, en atención a tal, se la pasó por alto, pero algún lector quisquilloso, como el que me hizo notar esta cuestión puede haber visto en ella un atisbo de frivolidad. Por otra parte, puede ser la urgencia por redactar un artículo (de opinión) con las prisas de que la noticia no haya quedado en el olvido cuando consiga salir publicado (a la semana siguiente a que se produjese la primera noticia sobre este turbio asunto) la que haya inducido al escritor al error.
En cualquier caso, y para que no quede ningún genero de dudas, según declaraba la agredida, ecuatoriana, en su opinión, el agresor no estaba borracho.

Que no es tan difícil

El uso de qué (→ DPD), en su versión acentuada, se ha de limitar, en la mayor parte de los casos (no me atrevo a decir en la totalidad, no sé por qué), a oraciones interrogativas, mientras que, en el resto de los casos se usará que (→ DPD), sin acentuar.

Es cierto que el diccionario de la RAE y el diccionario panhispánico de dudas dedican largos artículos a ambas versiones, pero el mensaje es el mismo. A mayor abundamiento, la fórmula usada en este artículo publicado el pasado lunes en El País es exactamente la misma que aparece como ejemplo del uso de la versión contraria. Mala suerte.

viernes, 26 de octubre de 2007

Dos de gentilicios

Hoy ha sido día de crónicas de baloncesto. En una que ha sido ya reseñada, se lee que
El jugador Jorge Garbajosa es, en efecto, nacido en Torrejón de Ardoz. ¿Por qué el diccionario de la RAE no recoge esta acepción del gentilicio? Aquí parece más un problema del diccionario, puesto que, tanto en notas oficiales del ayuntamiento de esta localidad, como en otras obras de referencia, parece que se trata de un vocablo aceptado.

La segunda, en cambio, parece achacable al redactor que, en otra crónica de un partido disputado en Estambul, publicada en Marca.com y firmada por la Agencia EFE, escribe un extraño gentilicio que, no viene en el diccionario ni en otras referencias.

Gran jugador este chico

La agencia Europa Press publica una crónica de un encuentro de baloncesto jugado ayer en la que leemos que
La fórmula "desde el banquillo" es muy común en las crónicas del baloncesto NBA que se sirven desde las agencias en Estados Unidos, de forma que alguien acostumbrado entiende al leerlo que se trata de un jugador que comenzó el partido en el banquillo de los suplentes.
Sin embargo, una lectura literal de lo que dice el artículo, desde luego, convertiría a Carlos Delfino en gran protagonista del encuentro, porque habría sido algo realmente extraordinario realizar esos números desde el banquillo.

Una segunda nota sobre este mismo párrafo: a veces, la intercalación de frases largas a modo de inciso lleva a incongruencias. Leamos, para comprobar, la misma frase sin la parte que empieza con "fichado esta temporada", al final de la primera línea. ¿Se repite un verbo? Va a ser que sí.

Verbos nutritivos

Hay ocasiones en las que, bien por agilidad, bien por evitar redundancias, conviene comerse algunas palabras. Así, existe la figura del sujeto omitido. En este caso, sin embargo, se ha omitido el verbo de la frase, sin usar ninguna fórmula alternativa, lo cual es un error. Es cierto que se entiende en el contexto que los andamios se han quedado desiertos, o más sencillamente, están desiertos, pero no es lícito simplemente eliminar el verbo.
Entiendo que, más que una eliminación intencionada, el error se debe a un descuido, el cual, volvemos a la razón de ser de este diario, debería haber sido descubierto por un corrector de estilo. ¿Es que el corrector no se dio cuenta? Mal hecho. ¿Es que nadie le dio el artículo a leer? Peor.
En cualquier caso, si la intención era omitir el verbo (a veces hay razones de espacio que obligan a estos trucos), no había más que utilizar una simple coma.

martes, 23 de octubre de 2007

Traducciones, extranjerismos y diferentes versiones de un mismo idioma

A vueltas con la última carrera de Fórmula 1, he encontrado un artículo publicado en el renacido portal Inicia, que fusila, aparentemente sin revisar, un texto de la agencia France-Presse. Hay bastantes cosas que comentar sobre este texto, así que al grano.
El cuarto párrafo dice que
¿Una penalidad? Suena extraño a mis oídos, parece que fuesen a hacer pasar a los sospechosos por graves trabajos en castigo a sus acciones. Sin embargo, si lo que se trataba es de penalizar o no, castigo podría haber resultado más adecuado. Me entra la duda de si el redactor de AFP usó directamente las declaraciones en inglés del portavoz de la FIA al que se alude, en las que, seguramente, se usaría la palabra penalty.

El noveno párrafo dice que el piloto Kimi Räikkönen
Es cierto, soy puntilloso, pero me suena bastante extraño el verbo celebrar sin su complemento. Es evidente que había de celebrar la victoria, el triunfo, pero me resulta una construcción extraña cuando se omite, como aquí.

En el párrafo siguiente hay una palabra que, si bien me parece que normalmente se usa de modo incorrecto, aquí parece ser que está bien utilizada. Veamos primero la frase.
El uso del adjetivo sorpresivo-a se ha generalizado en la prensa española últimamente, en lugar del más ¿tradicional? sorprendente. Algo sorprendente lo es porque sorprende o admira (RAE). ¿Qué es, pues, sorprender? Yo me quedaría con la primera acepción (coger desprevenido) en el caso de la victoria de Räikkönen lo cual, para mi sorpresa, resulta se el uso recomendado por la RAE para el adjetivo sorpresivo.

Tres párrafos más abajo nos encontramos con un vocablo que, si bien admitido por la RAE, no es el recomendado:
Lo que más curioso me resulta es que el diccionario atribuye el origen de esta palabra al francés, y no al inglés. Uno se piensa que toda la contaminación del idioma viene por contaminación gringa, y va a resultar que no es así.

En el párrafo siguiente se dice que Hamilton. Pero, si hacemos caso a la definición de relegar, estaríamos diciendo que lo pospuso. Se podría admitir que, si hablamos del Campeonato del Mundo, en general, es posible que lo relegase, que lo pospusiese, siempre y cuando lo acabe ganando en un año sucesivo, pero si nos referimos (y creo que es más la intención) al Campeonato de 2007, siendo como era la última prueba, Hamilton más bien perdió el campeonato, no simplemente lo relegó.

Un poco más abajo se lee que
La aclaración sobre el incorrecto uso de la palabra tope con el sentido que se le da en esta frase que ofrece el Diccionario Panhispánico de Dudas es más que ilustrativa.

El último párrafo que se reseña aquí es ejemplo de un par de errores más. El primero consiste en usar una palabra (largada) que, si bien admitida por el diccionario, es de uso común solamente en dos países. El redactor podría haber modificado la redacción y haber usado, por ejemplo, comienzo o salida que, a mi entender, son de comprensión más extendida. En cuanto a la segunda (grilla), parece que se trata de una palabra inventada (¿o quizás adaptada del inglés grill?). Para esta última, el Diccionario nos recuerda que existe la muy española parrilla, de la cual, en las carreras, la parrilla de salida.

Me parece que he sido demasiado prolijo esta vez, me he emocionado al volver a ver una noticia en Inicia.

lunes, 22 de octubre de 2007

Los nombres de las personas

He de reconocer que he revisado con especial interés la edición de Madrid del domingo 21 de octubre de El País, tan publicitada, ya que estaba seguro de que ciertas cosas no cambiarían. Si lo llamamos morbo no nos equivocaremos, pero respiré tranquilo cuando encontré el mismo error ortográfico repetido un par de veces en el mismo párrafo de un muy interesante artículo, por otra parte.
Cierto es que los nombres (más los apellidos) de las personas pueden suponer un reto en bastantes casos, pero ¿por qué arriesgarse a escribir mal el apellido de una persona conocida si el servicio de documentación te puede proporcionar la escritura correcta (y unos cuantos artículos escritos sobre esa persona, incluso en el mismo medio) en un santiamén? Y, si este servicio no lo conoces, siempre está la información pública. Además, por si hubiese dudas, el aludido es lo suficientemente relevante como para tener su propia página en la que consultar cómo escribe él mismo su propio nombre.
En este caso, por lo menos, no veo que se pueda cargar las tintas sobre el trabajo del corrector, sino más bien sobre el redactor. Al fin y al cabo, el corrector no ha de conocer a cada una de las personas sobre las que cada uno de los redactores tiene a bien publicar un artículo, a cambio, un redactor queda como un ignorante en esa materia si no es capaz de escribir bien el nombre de una persona de una cierta relevancia en el asunto del que escribe. ¿Acaso no le dieron siquiera un dossier escrito los organizadores del acontecimiento que narra? Como vía de escape al redactor, parece ser que no es la primera vez, sino la segunda, dos años después, que en este mismo medio se escribe mal el nombre de esta persona.

Nota: A la fecha de la publicación aparecen en Google aproximadamente 28.100 de la escritura correcta, mientras que solamente aproximadamente 919 de la incorrecta. Si se acota por el medio, entonces son un total de 2 en el dominio elpais.com que contienen la forma incorrecta, frente a aproximadamente 40 de la forma correcta en el dominio elpais.com.

sábado, 20 de octubre de 2007

Una advertencia

Hay errores y errores. Y el de este artículo de El País a cuenta de la guerra del fútbol de este año es de los que tienen poca justificación. Valga, en cualquier caso, un recordatorio.

viernes, 19 de octubre de 2007

Concordancia en el subjuntivo

La prensa deportiva comenta hoy, entre otras cosas, los resultados de los partidos internacionales que se han disputado en los últimos días. Nos da un poco igual el tema, en realidad, pero un recuadro publicado en el Diario AS logra que hablemos de la concordancia que deben darse entre los verbos cuando se construyen oraciones en las que aparece el subjuntivo. Para una explicación académica, un pequeño curso de español editado por un profesor de Naciones Unidas.

jueves, 18 de octubre de 2007

Ve despacio cuando tengas prisa

Es cierto que hay noticias (¿casi todas?, ¿todas?) que deben publicarse a toda velocidad, y que a veces se sacrifica la redacción en aras de la primicia. Esto es, si cabe, más importante cuando la noticia trata sobre un medio tan cambiante como la red. El miércoles 17 de octubre nos contaban (se deduce) cómo una cierta página web está creada en torno a la prueba final de la temporada de Fórmula 1, y cuya razón de ser dejará, por tanto, de existir al final de la misma semana.
En efecto, hay que darse prisa, pero es también verdad que no es más que una pequeña nota con tres párrafos, no costaba nada releerla antes de su publicación... o después.

martes, 16 de octubre de 2007

¿Lo qué?

Está en la portada de El País.com (ahora mismo, Tue Oct 16 17:58:41 CEST 2007), durará ahí lo que dure, y el artículo no se titula igual una vez que se entra en él, pero merece una aclaración (u otra un poco más académica).

lunes, 15 de octubre de 2007

Corrección automática, fuente de errores

Varios medios, ya sean españoles de tirada nacional (El País o ABC), regional (La opinión de Murcia), o extranjeros (7 días, de la República Dominicana; Hoy Internet, publicado en Estados Unidos) publican una entrevista, fechada el 14 de octubre de 2007 y distribuida por la Agencia EFE, al corredor de Fórmula 1 de los años 70 Emerson Fittipaldi, que ha acudido a Barcelona para participar en un acontecimiento promocional, patrocinado por una firma de bebidas espirituosas. En la imagen, el artículo extraído de ABC.

En todos los casos se observa el mismo chocante nombre para el mencionado acontecimiento, señal de que nadie en la redacción se ha leído con mucha atención el artículo, o bien que el corrector era abstemio. En cuanto al error tipográfico, extrañamente el corrector ortográfico, en cambio, no ha dado con él, excepción hecha del artículo en Hoy Internet, donde sí aparece corregido. En El País el error es más flagrante si cabe, ya que se acompaña una fotografía bastante clarificadora al artículo.

Llama la atención lo que ocurre en Yahoo!, que no publica la entrevista, sino una reseña acerca de la participación en la misma jornada del piloto Marc Gené en cuyo texto comete el mismo gazapo que todas las anteriores, aunque no en el título.

Vaya familia: si no vas a la boda, ¿te repudian?

De lo poco que he leído el periódico este fin de semana, destaca por su inventiva el artículo publicado ayer domingo en El País, sección Gente, en la página 53 de la edición de Madrid, titulado "Jorge Cadaval se casa con Ken".
No es más que crónica rosa, pero llama la atención la frase que cierra el artículo, tras dar cuenta de unos cuantos personajes famosos que acudieron a la celebración:
¿Es que los Cadaval se juegan el aprecio familiar, su puesto en la familia en cada ocasión señalada? Espero, por supuesto, que no.

jueves, 11 de octubre de 2007

Siempre hay un porqué... ¿por qué?

Hoy nos aparece un clásico de los errores que tanto cuesta a los maestros inculcar en las escuelas. ¿Cuándo ha de escribirse porque, y cuando porqué, cuando por que, y en qué ocasiones por qué?

Escribe en la sección de Madrid de la edición de ayer, día 10 de octubre, del diario ABC el señor Mario Arnaldo, que representa a una asociación de automovilistas un artículo titulado "delincuentes, no kamikazes" (la primera, en la frente, ¿no debería empezar con mayúscula?; en fin, hoy no toca hablar de esto) en el que se cuestiona sobre las motivaciones que pueden tener hoy en día los conductores que aparecen por algunas carreteras circulando en sentido contrario, y las compara con los primeros casos que causaron cierto temor a finales de los años 80. Son dos párrafos, y al final del segundo dice
A mi me ha saltado a la vista que ahí debería haber escrito porque y no por que. He seguido entonces la secuencia de verificaciones que, luego lo he comprobado, se relata en un artículo dedicado a esta cuestión en El Cajetín de la Lengua, es decir, ir al Diccionario de dudas. En vez de reproducir aquí lo que en El Cajetín se explica, prefiero dar crédito a su autora, que lo explica de maravilla.

miércoles, 10 de octubre de 2007

El latín, lengua muerta

Y, por tanto, desconocida, por lo que se ve.
Aunque uno espera que un periodista, persona que vive de usar el idioma, tenga unos cuantos recursos, como decir, especiales. En fin, la agencia Europa Press ha publicado hoy mismo una crónica sobre el partido jugado ayer entre el Unicaja de Málaga y los Grizzlies de Memphis, en la que se recogen unas declaraciones del jugador Pau Gasol sobre sus impresiones de lo transcurrido de pretemporada, en las que comentaLa misma crónica aparece en el diario El País, en su versión electrónica, y el mismo párrafo se lee
Se percibe que alguien en la redacción de El País se ha encargado de adaptar mínimamente el texto entregado por la agencia; lo que es el colmo es que, aunque ha habido una palabra que ha resultado extraña, no ha conseguido escribirla mejor de lo que estaba.

Cuestiones de vocabulario

El artículo al que hacemos referencia ahora (un tema muy interesante, por cierto) apareció en la sección Ciencias del diario Público, de reciente aparición en España, concretamente en su número 13 del lunes 8 de octubre de 2007. Bajo el título "La NASA tiene sucias sus salas limpias" encontramos un par de errores que reseñar.

El primero aparece en el propio título, y es un error de traducción que se repite en el primer párrafo, al hablar de "Habitaciones Limpias". En la edición electrónica del artículo, este texto enlaza hacia la versión inglesa de Wikipedia para este concepto (cleanroom), la cual, si se sigue para buscar el equivalente en español, nos lleva al concepto "Sala blanca". Es éste el cual, como se hace notar en la propia página del artículo por uno de los lectores que comentan el mismo, es el que se debe usar.
El segundo error aparece en el último párrafo y es, a mi juicio, de mayor gravedad, ya que no hay una traducción en juego. El redactor, quizás por intentar usar un vocabulario diverso, y no repetir el concepto polizón, que ya había usado anteriormente, lo sustituye por el, para nada equivalente, polizonte. ¿La primera promoción de policía del espacio?

martes, 9 de octubre de 2007

Madrid, Madrid, Madrid

Alguien pensará que el error que se presenta aquí es de poca cosa, que además estaba en una simple nota. Mi opinión es que, incluso en esos pequeños textos hemos de cuidar estos detalles, si cabe incluso más. Y, si además tenemos en cuenta que es un error que un procesador de textos normalito podría haber detectado y corregido él solo, entonces no tiene perdón.

Lo más grande viene cuando, en el mismo párrafo se ve que el redactor se ha inventado una palabra (seamos condescendientes, es un muy común error tipográfico) ¡que su corrector de textos ha dejado pasar!...¡cuando no existe! Algo parecido sí que existe, pero no es lo mismo, ni quedaría muy bien en un monumento de ese calibre, digo yo.

Por cierto, aparece en la página 34 de la edición de Madrid del diario El País del día 9 de octubre de 2007. No lo he encontrado en la edición digital.

lunes, 8 de octubre de 2007

Por encima de todo, un abrigo

Es cierto que el artículo que cito ahora no es responsabilidad original del medio en el que lo he encontrado, ya que se trata de una noticia publicada en la edición digital (no he podido comprobar si también en papel) del diario El País del 3 de octubre de 2007, que viene atribuida a la agencia EFE. Ahora bien, en mi opinión, el medio que la publica no queda eximido de culpa por un error tan flagrante, que hubiese debido ser corregido. Ha pasado una semana casi completa, y la redacción de la noticia no ha sido revisada.

En realidad, se trata de dos errores en el mismo artículo. El primero, en el encabezado, es de los que chirrían, no creo que haga falta mucha explicación a la vista de la chapuza ortográfica, contra esas reglas que se aprenden en la escuela muy al principio: "se escribe m antes de p o b".
El segundo caso muestra un error más común de lo que se debiera. Por si queda alguna duda, un sobretodo no es más que una prenda de vestir.

viernes, 5 de octubre de 2007

Se ha dado cuenta

La primera entrada en el diario, la que me animó a comenzarlo, se la debemos al diario El Mundo, el cual, en su portada del día 1 de octubre de 2007, llevaba como titular principal "Ibarretxe advierte que no le va a ‘temblar el pulso’ frente a Zapatero".

Mi primera impresión (y también la segunda, hasta que comencé a escribir esto) era que teníamos en portada de un diario de gran tirada un ejemplo de hasta dónde nos ha llevado la lucha contra el dequeísmo. Pero tuve la precaución de ir al diccionario de la RAE a buscar las acepciones del verbo advertir, el cual solamente me sirvió para cerciorarme de que una de las acepciones es la que figuraba en esta noticia:

4. tr. Avisar con amenazas.

La parte de las amenazas es interpretable, y no voy a entrar en ella, pero me quedo con "avisar". Ahora bien, el diccionario de la RAE no aclara cómo debe construirse la frase. Hay que buscar más. Lo primero fue buscar cómo aparecía en otros medios la misma noticia, y la encontré entre otros, en Europa Press, El Periódico y El diario vasco. En todos ellos la construcción es "Ibarretxe advierte de que no le temblará el pulso", lo cual me reafirma en mi idea inicial, el autor del titular ha caído en la trampa del queísmo.
Sin embargo, se puede buscar un poco más, lo cual deja un poso de duda, así que trato de encontrar más explicaciones. Y he hallado dos artículos, que me parece que aclaran casi totalmente la cuestión. En el primero y su continuación, fechados en 2002 y titulados "Queísmo y dequeísmo", el autor defiende que es absolutamente incorrecto el uso advertir de que cuando se quiere expresar un consejo, mientras que en el sentido de "darse cuenta" la preposición no es necesaria, en línea con el título del presente artículo. No obstante, en 1999 se fecha otro artículo publicado en El Cajetín de la Lengua, en el que su autora defiende el uso sin preposición que se realiza en el artículo de El Mundo. Al final de este artículo se añade una discusión que ayuda a ilustrar cuán opinable es el uso de la construcción advertir de que.

Ya no me queda claro si la construcción es correcta o no, pero me sigue sonando que advertir algo es darse cuenta de una cosa, mientras que advertir de algo (a alguien, si no, no tendría sentido) es avisar, y eso es lo que hacía el señor Ibarretxe, avisar al gobierno español de sus intenciones con respecto a algún asunto que en este contexto no nos interesa.

Declaración de intenciones

Este diario comienza aquí y ahora. A veces leo la prensa y a veces me fijo en cómo dicen las cosas, además de fijarme en las cosas que dicen los periódicos.

Así, este diario trata de cómo se escribe en los periódicos, en los medios escritos en general. Este diario NO trata de las noticias que se publican en los medios, así que si buscas un lugar donde criticar una cierta noticia, no estás en el sitio apropiado, lo siento. Pero, si lo que quieres es comentar algo que has visto escrito y te ha parecido mal redactado, eres bienvenido.

Espero que este diario te guste lo suficiente para que algún otro día vuelvas a visitarlo. Intentaré actualizarlo frecuentemente, pero no garantizo nada. Sé que si me propusiera hacerlo a diario, me frustraría cuando no pudiese hacerlo, así que prefiero pensar que lo haré con frecuencia, sin saber exactamente lo que esto significa.