jueves, 11 de octubre de 2007

Siempre hay un porqué... ¿por qué?

Hoy nos aparece un clásico de los errores que tanto cuesta a los maestros inculcar en las escuelas. ¿Cuándo ha de escribirse porque, y cuando porqué, cuando por que, y en qué ocasiones por qué?

Escribe en la sección de Madrid de la edición de ayer, día 10 de octubre, del diario ABC el señor Mario Arnaldo, que representa a una asociación de automovilistas un artículo titulado "delincuentes, no kamikazes" (la primera, en la frente, ¿no debería empezar con mayúscula?; en fin, hoy no toca hablar de esto) en el que se cuestiona sobre las motivaciones que pueden tener hoy en día los conductores que aparecen por algunas carreteras circulando en sentido contrario, y las compara con los primeros casos que causaron cierto temor a finales de los años 80. Son dos párrafos, y al final del segundo dice
A mi me ha saltado a la vista que ahí debería haber escrito porque y no por que. He seguido entonces la secuencia de verificaciones que, luego lo he comprobado, se relata en un artículo dedicado a esta cuestión en El Cajetín de la Lengua, es decir, ir al Diccionario de dudas. En vez de reproducir aquí lo que en El Cajetín se explica, prefiero dar crédito a su autora, que lo explica de maravilla.

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